lunes, 30 de noviembre de 2009

Centroamérica en las venas


Nada como una bocanada de aire caliente para recordarle a uno que le arde la sangre por dentro.

Que somos de una tierra de volcanes que fulguran en el alma de todos los que nos ensalzamos porque somos centroamericanos.

Hombres y mujeres tostados por el sol que se bañan con agua de sal pacifica y atlántica. Gente que lucha con picos, palas o lo que tenga en las manos.

Porque ser centroamericano es mas que ponerse el nombre y ya. Ser centroamericano es ser hermano por antonomasia.

Hijos de la buena ventura en una zona de gracia, de agua potable, pies pequeñitos, marimbas y guitarras.

Montadores de caballos que comen sopa de gallina y se suben a los palos bajo el cielo estrellado para llevar serenata a su amada.

Mujeres valientes que palmean tortillas y las rellenan con queso producido en este paraíso.

Creyenseros que se visten con ropa de segunda mano, llevan un rosario en el pecho y bajan de las montañas a vender yuca.

O ingenieros que construyen puentes, casas y edificios o más caminos para unir las siete patrias: un solo pedazo de tierra.

Nietos de zapateros, herreros y parteras. Sembradores de caña de azúcar y maíz.

Amigos de los perros, los gatos y el agua ardiente.

Pero sobre todo hombres y mujeres: seres humanos sencillos y enamorados de las lunas llenas.

Patio trasero... que importa! Estar atrás no es un pecado cuando se nace en Centroamérica. Por mi parte, le doy el beneficio de la duda.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya casi te canto la Patriótica Costarricense. Jajaja

Saludos
hannibal

neNe dijo...

jajajaja si mae, la verdad fue un poco intenso...
creo que era el sol, lo verde y la brisa jajajajaja