martes, 28 de septiembre de 2010

En mi

La casa duerme, la lluvia cae y yo pienso en mi… solo en mi.


neNe

domingo, 26 de septiembre de 2010

Más de 48 costarricenses viven hacinados


Hasta el 2008 unos 48 mil costarricenses vivían en condiciones de hacinamiento.
Para el Ministerio de Planificación Nacional y Política Económica, en una vivienda hay hacinamiento si hay más de tres personas duermen en un mismo cuarto.
Hasta hace 2 años, el número de personas que dormían en un mismo cuarto superaba el recomendado por los organismos ligados al sector vivienda del país.
La Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples del 2008, determinó que las personas que viven en hacinamiento en la zona urbana superaban los 21 mil.
La Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples es una encuesta que realiza el INEC todos los años para informarse acerca de la situación socioeconómica y laboral de las personas y sus hogares.
Según el Ministerio de Vivienda y Asentamientos Humanos, una vivienda de interés social para una familia de cinco integrantes, no puede medir menos de 42 metros cuadrados.
La arquitecta y coordinadora de proyectos del Programa de Investigación en Desarrollo Urbano Sostenible de la UCR, Karla Barrantes, afirma que toda casa, por pequeña que sea, debe tener ciertas áreas de convivencia específicas.
Según Karla Barrantes, cualquier vivienda debe contar, como mínimo, con un dormitorio, un baño, una sala, un comedor, una cocina y un patio de pilas que puede estar afuera.


200 personas por hectárea

En el 2004, en el Gran Área Metropolitana de Costa Rica, vivían aproximadamente 200 personas por hectárea.
Fue la primera vez que el porcentaje de hogares pobres urbanos superó al de los rurales.
Según el undécimo informe del Estado de la Nación, en el 2004 los precarios en el GAM se duplicaron porque los proyectos de vivienda para los más pobres habían atraído nuevos asentamientos precarios en sus cercanías.
Las razones por las que las familias se desplazan al área urbana son innumerables. Entre ellas están la falta de servicios básicos, especialmente de albergue.
El Gerente de Desarrollo Comunitario de Hábitat para la Humanidad, Eric Solera, considera que el hacinamiento en el medio urbano posee además serias implicaciones para la salud, tanto física como integral, de los individuos.


Vivir en menos de 18 metros cuadrados

Una vivienda con un dormitorio, un baño, una sala, un comedor, una cocina y un patio de pilas es el sueño de muchas familias costarricenses que viven en condiciones de pobreza extrema en los precarios del país.
Aunque existen organizaciones que luchan por mejorar las condiciones de vida de los costarricenses menos privilegiados, muchas veces deben quedarse de brazos cruzados.
Ese es el caso de Un Techo para mi País, una fundación que trata de erradicar la pobreza extrema a través planes de habilitación social y la construcción de viviendas de emergencia que miden 18 metros cuadrados.
Mariana Murillo, voluntaria de Un Techo para mi País, afirma que no han podido construir viviendas en algunas comunidades debido al hacinamiento.
Según Mariana Murillo, ha sido imposible intervenir en algunas comunidades, por ejemplo el Triángulo de la Solidaridad en Tibás, porque las dimensiones de los terrenos son menores que los de la vivienda.
Murillo afirma que en El Triangulo de la Solidaridad también están en riesgo ante un desastre natural pues el terreno es irregular y quebrado, con fuertes pendientes.


Un cambio en las políticas públicas

El undécimo informe del Estado de la Nación, indicó que las malas políticas públicas han contribuido a la discriminación social.
Según este informe del 2004, la falta de una política estatal coherente, planificada y comprometida es la principal razón por la cual, en menos de dos décadas los asentamientos de la Gran Área Metropolitana se duplicaron.
La encargada de comunicación corporativa de FUPROVI, Verónica Fonseca, asegura que el sector vivienda carece de una política integral y efectiva.
Verónica Fonseca afirma que uno de los principales factores que evitan la erradicación de precarios es que la distribución geográfica de los bonos no corresponde con la ubicación espacial de los asentamientos. Además los proyectos de vivienda que ofrece el gobierno a los pobres generalmente están fuera del GAM o en su periferia. Según Fonseca, la mayor parte de las familias que para el 2005 vivían en condición de precariedad se ubicaban en el Gran Área Metropolitana, sin embargo los bonos de vivienda se dan fuera de la GAM.
Eric Solera de Hábitat para la Humanidad, cree necesario que así como en Costa Rica hay áreas naturales protegidas también deben existir territorios de vivienda social protegidos por el estado.
Solera considera que las personas pobres también tienen derecho a la ciudad y al acceso a tierra urbanizada y cercana a servicios públicos.
Según Solera, se expropia a los pobres de terrenos en las ciudades para entregárselos a inmobiliarias millonarias que construyen urbanizaciones o condominios.
El informe Balance del Sector Vivienda, 15 años de ensayos y omisiones emitido por FUPROVI este año recomienda una política de vivienda integral, que relacione las necesidades de las personas que viven en pobreza con las soluciones que se les pueda brindar y así solucionar sus problemas habitacionales.
Para el asesor del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, Bernardo Kliksberg, sólo la política pública puede dejar una marca al activar el mercado interno, democratizar los créditos y brindar acceso a las nuevas tecnologías.
Kliksberg considera que, además de un buen reparto de la tierra, debe brindarse apoyo a las Pequeñas y Medianas Empresas pues son una gran posibilidad de crecimiento y trabajo.


neNe




lunes, 20 de septiembre de 2010

Cómo no ansiar volver al mar


Cómo no ansiar volver al mar; cómo no si seguís ahí, esperándome en esa casita pequeña con cangrejos que crujen al cerrar las puertas, con ventanas de amaneceres de marzo y atardeceres de diciembre.

Nuestro techo, no de estuco, sí de estrellas, sí de lluvia, sí de cielo.

Cómo no ansiar volver al mar si te recuerdo, te recuerdo y nos recuerdo un mediodía de domingo pescando y asando lo pescado. Alimentándonos de esperanza, de lucha, de esfuerzo… de amor.


Cómo no ansiar volver al mar si están mis lágrimas, todas y cada una de ellas confundidas con la inmensidad de las aguas de nuestro patio trasero… todo un paraíso.


Cómo no ansiar volver al mar y recorrer en bicicleta esas calles polvorientas de un abril caluroso a pleno sol. Y aquel olor a leña que se impregna en los poros de la piel, en la ropa recién lavada y tendida, en nuestros sueños.

Cómo no ansiar volver al mar y escucharlo por las noches, y temer sus estruendos, y después tranquilizarme porque me das paz.

Cómo no ansiar volver al mar, y enterrarnos en la arena, y jugar a ser amantes… y jugar a ser pareja.

Cómo no ansiar al mar, y verte ahí, como si nada, como si hoy fuera cualquier día del verano del 2006.


neNe

sábado, 18 de septiembre de 2010

Te amo

Te amo, por si solo, es el mejor de los poemas.

neNe

Rojo


Vestido rojo,
un bolso rojo,
zapatos rojos
y un corazón.

Pendientes rojos,
los labios rojos,
y un suéter rojo…
casi marrón.

Y muy adentro,
chile picante,
Marte, su enojo
y una oración.

Un sofá rojo,
el alma en llamas,
una manzana
y vino dulzón.

La sangre emana,
todo es muy rojo
llegan la muerte
y el sin sabor.

Duele


Duele que haya mujeres viviendo en opresión pero duele, aun más, que existan mujeres opresoras de mujeres. Mujeres que, tras tirar la piedra y esconder el brazo, apalean y sepultan a sus hermanas que viven en la diaria lucha por la dignidad.

neNe

jueves, 9 de septiembre de 2010

La niña del vestido color paraguas


Aún recuerdo, como si fuera ayer, aquel 8 de setiembre de cuando tenía 9 años. Yo estaba en tercer grado de la escuela.

Era normal que el día del niño, todos los menores, en vez de usar uniforme, asistieran a clases usando ropa particular. Las clases terminaban temprano y, al final del día, había una fiesta para el alumnado.

Aquel 8 de setiembre llegué a mi casa completamente mentalizada de que la ropa a usar al día siguiente sería, sin duda alguna, el uniforme escolar: mi familia afrontaba una dura situación económica y yo la verdad no le puse mucha mente.

Cuál fue mi sorpresa al despertar aquel 9 de setiembre y ver a mi madre, desvelada, parada justo frente a mí para darme un regalo el día del niño. Abrí el paquete y dentro encontré un hermoso vestido color naranja.

Orgullosa, me vestí de naranja y me fui a clases.

Recuerdo que un par de compañeras insoportables, Cassandra y María Jesús, se burlaron demasiado de mi vestido nuevo y lo criticaron hasta más no poder, pero a mí no me importó porque yo lo amaba.

De vuelta a casa, como es normal en setiembre, aquella tarde fecha 9 llovió. Mi madre me mandó a la pulpería a comprar no recuerdo qué y fue entonces cuando, al buscar el viejo paraguas naranja de mi padre lo comprendí todo: mi mamita, la misma que me besa todas las mañanas antes de salir de casa, se había pasado la noche entera descosiendo el viejo paraguas de mi padre para, luego, convertir aquella tela impermeable en un hermoso vestido.

El vestido color paraguas es el regalo material más bello que alguien me dio en todo lo que llevo de vida.

Ahora, cada 9 de setiembre, el recuerdo del vestido color paraguas me hace reflexionar acerca de lo maravillosa que puede resultar la vida si uno se lo propone… Ser feliz está tan cerca como el próximo aguacero, como el próximo paraguas.


neNe