Soy la hija e´ mi mama: una víctima de mí misma y de las palabras; obligada a escribir como método de supervivencia. Las palabras me carcomen las vísceras, son como un cáncer. Escribir es contrarrestar la hiel, es abrir un agujero en la boca del estómago para que las palabras afloren, para que dejen de quemarme por dentro.
domingo, 25 de julio de 2010
Píntanos de colores
No me tengas lástima
No dudes
Preocúpate, pero no tanto, por mi
Empújame a la vida
Invítame a gritar
Bailamos?
Seamos nómadas
Seamos nosotros
Que no haya senda sin transitar
Que no se duerman las horas a nuestra espera
Llenémoslas de júbilo
Llenémoslas de nosotros
Que la vida espera
Nos espera
Esperanza
Despierta
Despiértate
Que la vida pasa y no pasa dos veces por la misma acera
Ten fe
Pero sobre todo, paciencia
Y salta conmigo al vacío
Ama
Amate
Y, después, ámame
Cuídame
Toma mi mano
Y píntanos de colores
neNe
viernes, 16 de julio de 2010
¿Qué es la vida señor Presidente?
¿Qué es la vida señor Diputado?
¿Qué es la vida señor Indigente?
Dígame usted que esta aquí a mi lado.
Hay gente que osa decir “la vida no es más que…”, y agregan un adjetivo, miserable quizá, como si la vida tuviera un solo significado.
Pero cada tarde la vida sale sin permiso de la casa, camina hasta la venta de la esquina, compra pan dulce, regresa y prepara café. Por eso estamos todos despiertos.
A los que no toman café les sirve te y, a quien prefiere algo mas dulce, chocolate caliente.
Cree que asimilo la respiración?
La vida inflándome los pulmones.
La vida es un ratito dicen los cardiólogos.
La vida es solo un ciclo, dice Brian Weiss.
Para mi la vida es, señor Presidente, persona importante, europeo por antonomasia, un simple espejo que, siguiendo las leyes de la reflexión, refleja la mucha o POCA luz que hay del otro lado.
Aquí, señor presidente, nada es igual a nada.
Y esa nada no es simple, nunca lo fue, nunca lo es aunque la gente sonría para que parezca que si: Qué eran los días?... Se ha preguntado usted si amanece?
Aquí nada cambio; solo una millonésima de cosas.
Irse es muy fácil pero, y los que quedamos en la Tierra qué? A nosotros los gusanos no nos hacen el favor de comérsenos las vísceras.
Yo se, señor presidente, que Dios y la telepatía son muy grandes, pero de que manera puede una mano conjugar sin conocer? Cómo puede un escritor ser fidedigno a datos o hechos que desconoce?
Quien escribe juzga el saber, el vivir y el sentir de si mismo o del mundo que le rodea. Lo desconocido queda para después.
Mientras tanto, el que calla otorga y su mano firma un papel en blanco donde los demás pueden escribir cualquier cosa... De todos modos ya estaba firmado.
Todos somos páginas en el libro de otros, señor presidente, no de un solo otro sino de MUCHOS otros; pero también de uno solo a su razón y perspectiva del mundo. O mi Macondo debe, a fuerza, ser igual a su Macondo?
Y miserable, señor presidente, que palabra tan amarga, que sudor tan agrio. Miserable es como me hace sentir la catarsis de un lector que cree que él es un pobre usado por el artista cuando no se da cuenta que, al decodificar todas las palabras a su antojo, es el único autor de su desgracia.
Señor presidente, si uno no puedo ser uno misma con otro pues tendrá que serlo con sigo mismo.
Quisiera agregar, señor presidente, que esto no es un teatro. Nunca he visto colgado en la puerta de afuera un rotulo que diga: SE BUSCAN PERSONAJES. Por ende, señor presidente, si usted se cree uno, no es más que una sombra que, ante la necesidad de que lo vean actuar, se ha creado a sí mismo.
Ya para despedirme, ilustrísimo señor, quisiera agregar que cualquier semejanza de los hechos y personajes de este escrito con la realidad es pura coincidencia.
Saludos, señor Presidente.
neNe
domingo, 11 de julio de 2010
Cansada
De odios y revoluciones
E injurias y venganzas
De guardar las apariencias
Y tener que ser la buena
De ese nudo en la garganta
De tener la boca seca
De dolor
De taparse la cara
De calumnias y ambición
De tener el corazón partido
De sexo, de amor
De amamantar y morir de hambre
De fingir que todo esta bien
De relajantes musculares
De luchar y pedir permiso
De no poder gritar
De llorar
De sonreir
De viajes y aventuras
De ataduras
De tus padres y los míos
De abrazos fríos y neblina
De venir
De ir
De sollozar en el asiento de atrás de un autobus
De cerrar puertas y ventanas
De intereses creados
De respeto e irrespeto
De zapatos de tacón
De zapatos bajos
De cuentas por pagar
De fútbol y mundiales
De tetas y cervezas
De ganas de matar
De malas pulgas
De presentirlo siempre todo
De saberlo siempre todo
De bambúes chinos
De la que te saco del abismo
De mentiras
De vos
Cansada...
.
.
neNe
martes, 6 de julio de 2010
¿Para qué sirven las fotos?
Hoy estuve pensando, al ocaso, ¿para qué sirven las fotos?
¿Cómo guardar en una foto el olor del mar caribe o su fulgor en tu piel luego de un día soleado?
¿Para qué sirven las fotos?
¿Guarda una foto el sentimiento de una madre indígena que arrulla a su niño a eso de las siete de la noche en una isla sin luz?
¿Para qué sirven las fotos?
¿Podría acaso yo guardarte en una imagen?
Y ese sonido… ¿lo guardo en una foto?
Y el calor… ¿lo guardo en una foto?
Las fotos son, sin duda, ese recuerdo para los demás, mas no para uno. El verdadero recuerdo, el que no se borra, no se guarda en álbumes sino en esa tacita de café que tomaste en la casa de aquella señora humilde.
A ver, ¡retrata su humildad en una foto!
Siente el aire… ¡tómale una foto, te reto!
Y las fotos de sentimientos y de nudos en la garganta… ¿cómo tomarlas?
Vas de viaje y, eso si, no olvidas la cámara.
Vente vos en vez del retrato.
Vente vos en vez de todas las cosas sin nombre que hay en esas imágenes de alguna época en tu vida.
No me guardes en fotos, no, a mi no. Llévame en el alma, en las cosas pequeñas, solitarias y sombrías que guardas en tu alma.
Llévame, si, pero no en tus fotos.
neNe