Soy la hija e´ mi mama: una víctima de mí misma y de las palabras; obligada a escribir como método de supervivencia.
Las palabras me carcomen las vísceras, son como un cáncer. Escribir es contrarrestar la hiel, es abrir un agujero en la boca del estómago para que las palabras afloren, para que dejen de quemarme por dentro.
domingo, 30 de mayo de 2010
Reencarnación
En vez de preguntarnos si existe la vida después de la vida deberíamos, más bien, cuestionarnos si hay vida durante la vida misma. O si, al posponer, morimos dejando la vida para después.
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