domingo, 30 de mayo de 2010

Hablar


Esta maraña de palabras y de sueños me quema y me carcome las vísceras cuando no les saco a caminar por las calles de la vida. Quedarme callada es una decisión auto flageladora si se trata de mí.

Cuando me callo es como si bombas de hiel estallaran al unísono de esa decisión. Hablar es contrarrestar la hiel, abrir un agujero en la boca del estómago para que mis palabras afloren, para que dejen de quemarme por dentro.

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