Soy la hija e´ mi mama: una víctima de mí misma y de las palabras; obligada a escribir como método de supervivencia.
Las palabras me carcomen las vísceras, son como un cáncer. Escribir es contrarrestar la hiel, es abrir un agujero en la boca del estómago para que las palabras afloren, para que dejen de quemarme por dentro.
martes, 3 de agosto de 2010
Supe que era él
Supe que era él, el verdadero él, cuando lo olí. Cuando repasé con mi nariz cada espacio de su cuerpo desnudo, cada pliego de piel. Y sí: olía a hace un mes, a hace un día, a hace una vida... entonces supe que era él y que lo amaba.
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